Los usuarios de Word en Australia y varios países del sudeste asiático se encontraron recientemente con una sorpresa, según informa el Wall Street Journal: un logo de arco iris que representa al asistente de IA de Copilot de Microsoft les apareció en la pantalla.
Con el fin de fomentar su uso y los ingresos de la compañía, Microsoft agregó Copilot a su servicio de suscripción de software 365 en varios mercados y aumentó el costo mensual del servicio, que también incluye Excel y Powerpoint. Los usuarios se enteraron del aumento de precios al chequear la factura.
Esta decisión nos remite a Clippy, un ayudante de Office que ofrecía Bill Gates a fines de los 90 y que no fue muy bien recibido por los usuarios debido a que era claramente invasivo. Una de las características de Clippy era que te intervenía la pantalla si estabas inactivo. Clippy fue finalmente eliminado en 2007. Microsoft intentó revivirlo en 2019 y tres días después decidió cerrarlo definitivamente. O casi definitivamente, porque la empresa no se resigna y está decidida a imponer un asistente, ahora con IA.
A decir verdad, lo mismo están haciendo Meta y Twitter (X). Meta agregó el asistente de IA en Facebook, Instagram y WhatsApp. Y en Twitter está disponible Grok. Si bien la IA generativa está siendo promocionada por el mundo digital y los medios de comunicación masivos como el gran desarrollo tecnológico que acabará con el hambre, las enfermedades y hasta el desastre ambiental, lo cierto es que no está siendo tan bien recibida por los usuarios que en muchos casos no ven cuál es la utilidad, en otros casos sienten que es una distracción, muchos se preocupan por temas de privacidad y en los casos en que la IA se usa profesionalmente la principal preocupación son las “alucinaciones”.
Ante esta realidad las gigantes tecnológicas que están invirtiendo miles de millones de dólares en IA y no saben aún cómo les va a redituar esta inversión, se ven en la necesidad de imponer esta revolucionaria tecnología a la fuerza.
En el caso de la IA de WhatsApp está claro que millones de usuarios no la quieren y en internet pululan los contenidos que aconsejan cómo desactivarla, aunque lo cierto es que no es posible desactivarla del todo.
Como señala el WSJ, a pesar del revuelo que genera la IA generativa, la adopción por parte de los consumidores ha sido lenta, particularmente para cualquier cosa que no se llame ChatGPT. La versión para los consumidores de Copilot está muy por detrás de la aplicación líder del mercado de OpenAI en descargas móviles. Si bien Microsoft asegura que es usado por la mayoría de las empresas pertenecientes al S&P500 (las mayores empresas del mundo), son innumerables las quejas de los usuarios con respecto a los resultados de Copilot.
A Microsoft le ha ido tan bien como a cualquier gigante tecnológico durante el auge de la IA, gracias principalmente a la necesidad de la industria por su servicio en la nube Azure. La empresa anunció recientemente que la IA pronto se convertirá en un negocio anual de us$10.000 millones. Aun así, para que Microsoft se beneficie de la IA más allá de la infraestructura, necesita provocar reacciones de los clientes que no sean precisamente la molestia, señala el diario de Wall Street.
¿Qué pasa con los usuarios que no desean pagar por un asistente de IA para que arregle sus documentos y resuma los correos electrónicos?, se pregunta el WSJ. Lamentablemente, no tienen opción. Cuando hablamos de las “7 Magníficas” hablamos de prácticas concentradas, prácticamente monopólicas.
Alistair Flemming usa Word para escribir sus guiones para su canal de Youtube sobre la lucha libre japonesa de los años 90. El australiano notó que cada vez que terminaba una línea, el logo del arco iris de Copilot aparecía en la pantalla y le preguntaba si podía ayudarlo con su escritura. “Tenía muchas ganas de usarlo, pero como usuario me ha resultado sumamente irritante”, dijo Fleming al WSJ. Además, su suscripción del Copilot365 aumentó de us$11 a us$16. Un vocero de Microsoft se negó a comentar acerca de esta estrategia adoptada en ciertas regiones y sobre si hay planes para extenderla a otras regiones.
No está muy claro aún si OpenAI es socia o competencia de Microsoft. La empresa de Microsoft es la principal inversionista en el proyecto GPT de OpenAI, pero a la vez quiere competirle, sin demasiado éxito, con su Copilot365 con IA. De marzo a diciembre de 2023, ChatGPT recibió 433 millones de descargas, mientras que Copilot sólo 37 millones.
Microsoft también está ofreciendo Copilot a sus clientes de software empresarial a us$30 por persona. Las grandes y medianas empresas son sus principales clientes. Pero, como señala el WSJ, muchas empresas no están satisfechas con el servicio y cuestionan sobre todo si sus resultados son correctos, además de las dudas sobre protección de datos.
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