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Elon Musk contra el resto del mundo

By chattigo

 

El hombre que posee la mayor fortuna del planeta y quiere conquistar Marte y la inmortalidad, está viendo enemigos por todas partes. Uno de sus archienemigos preferidos es otro billonario que compite con Musk por el título del humano más poderoso del planeta: Sam Altman, CEO de OpenAI. 

El dueño de Twitter (X) volvió a presentar una demanda judicial contra Altman y OpenAI. Ya había presentado una demanda anterior, pero luego la retiró. Aquella argumentaba que OpenAI había violado su acuerdo funcional paran mantener la tecnología de la empresa en código abierto. 

Ahora los abogados de Musk alegan que Altman y su socio Greg Brockman engañaron a Musk haciéndole creer que se trataba de una empresa sin fines de lucro, que iba a ser más segura y transparente y que la diferenciaría de las alternativas con fines de lucro. Según Musk, ese se fue el anzuelo de una larga estafa. Ahora incluso acusa a OpenAI de haber violado las leyes federales contra el crimen organizado, en lo que describe como una conspiración para defraudarlo. 

“Es prácticamente imposible desarrollar una gran empresa de IA éticamente”, se titula una reciente publicación de Vox. El artículo de Sigal Samuel, critica a Anthropic, que es otra de las grandes creadoras de IA generativa. Y antes de describir la inmoralidad de Anthropic, explica que los fundadores de esta compañía son exfundadores de OpenAI, que la abandonaron por consideraciones éticas. Aparentemente las consideraciones éticas finalmente son siempre dejadas de lado en el negocio de la IA.

El dueño de Twitter, red social que perdió el 20% de sus seguidores desde que la compró Musk, ha presentado otra demanda importante. Esta vez contra un grupo de empresas multinacionales que decidieron dejar de poner publicidad en Twitter cuando Musk quitó cierto nivel de moderación que existía en los temas tratados en la red social. Estas empresas no querían que sus anuncios quedaran acompañando contenidos discriminatorios o inclusos criminales como la pornografía infantil. 

Esta otra demanda acusa a la Asociación Mundial de Anunciantes -entidad que agrupa a importantes empresas de América del Norte y Europa- de haber boicoteado a Twitter desde 2022. El boicot hizo que la facturación por publicidad de Twitter se redujera a la mitad.

Musk tuiteó: “Hemos tratado de ser agradables durante dos años y no hemos conseguido nada más que palabras vacías. Ahora es el momento de la guerra”.

Pero un importante abogado que trabajó en el Departamento de Justicia de USA durante el gobierno de Obama, dice que “como regla general un boicot políticamente motivado no se considera una violación a la ley antimonopólica, sino que se enmarca dentro del derecho a la libre expresión defendido por la Primera Enmienda de la Constitución de USA”.

En lo que algunos aseguran que fue un exabrupto producto del consumo de drogas estimulantes, Musk llegó a retuitear un mensaje antisemita que le generó no pocos problemas. Poco después viajó a Israel y su foto sonriente con el primer ministro apareció en todos los medios del planeta. 

Además de dirigir Twitter, Tesla y SpaceX, Elon Musk tiene tiempo para pelearse por Twitter. En una ocasión desafió a pelear a Mark Zuckerberg. El CEO de Facebook aceptó el reto pero finalmente nada sucedió. Más recientemente Musk invitó a pelear al dictador venezolano Nicolás Maduro. Otro gallito que no se saca el chaleco antibalas ni para dormir y que también le aceptó el desafío. Pero como todos sabemos, no son más que palabras que se cruzan entre estrellas del espectáculo.

Y como no le alcanza con sus propias demandas, ahora Elon también financia la demanda de la actriz Gina Carano contra Disney. Carano fue despedida de la serie The Mandalorian, inspirada en Star Wars, tras hacer un comentario en el que comparaba la campaña contra los conservadores estadounidenses con la persecución a los nazis en Alemania. Musk, a pesar de estar en la vanguardia de la tecnología, se considera un abanderado del nuevo conservadurismo occidental y apoya fervientemente la vuelta a la presidencia de Donald Trump.

Mientras tanto, el hombre más rico del mundo sigue enviando cohetes al espacio con el objetivo de conquistar otros planetas del sistema solar, tratando de vender sus autos eléctricos en un mercado en el que debe enfrentar la dura competencia de empresas chinas y desarrollando sus trencitos de satélites para ofrecer internet en cualquier punto del planeta.

Pero sobre todo, Musk parece especialmente interesado en fabricar robots humanoides que puedan suplantar a los trabajadores humanos en las fábricas. En un reciente tuit aseguró que en 2025 Tesla tendrá robots para uso interno de producción en sus fábricas de autos eléctricos. Estos robots “tendrán características físicas similares a las humanas y brindarán funciones “genuinamente útiles”, asegura el exitoso nerd sudafricano.

 

 

 

Etiquetas: Noticias, transformación digital, Experiencia del cliente digital, empresas, Google, internet

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