El trabajo remoto implementado en todo el mundo durante la pandemia puede estar convirtiéndose en una modalidad permanente. Si bien ahora los CEOs de las grandes tecnológicas están requiriendo que los empleados vuelvan a la oficina (Elon Musk recientemente advirtió a los empleados de Tesla que si no volvían a la oficina se buscaran otro trabajo), lo cierto es que muchos empleados en el mundo high tech le encontraron el gusto a trabajar desde casa y no son pocos los que están dispuestos a renunciar si los obligan a volver cinco días a la semana a la oficina. Esta realidad es también aplicable a otras profesiones no directamente relacionadas con el mundo high tech pero que cada vez más se realizan de manera totalmente digital.
Hay que agregar que el crecimiento de la demanda y la necesidad de las empresas de lograr una mejor relación costo-beneficio ha llevado a muchos a contratar empleados en otras ciudades o países, por lo que es imposible que puedan ir a trabajar a la oficina.
Es por esto que el trabajo remoto, o al menos el trabajo híbrido se irá consolidando con el tiempo aunque no sea la modalidad preferida por muchos empresarios.
Por otra parte la misma tecnología se está desarrollando hacia esa modalidad. Pensemos, por ejemplo, en la nube. Tanto el almacenamiento de datos, como los servicios de hardware y software a medida han tenido un crecimiento fenomenal como consecuencia de la pandemia. Y esto incita a que la misma oficina se convierta en un lugar virtual. Y ni hablar de las próximas innovaciones como el metaverso o el Microsoft Mesh del que hablamos en el post anterior. Tanto el trabajo como la vida misma parecen ir convergiendo hacia la virtualidad.
Dentro de esta realidad se enmarca la aparición de Windows 365 Cloud PC, un escritorio personalizado en la nube, con ajustes, contenidos y aplicaciones –incluidas todas las aplicaciones de Office365-, al que se puede acceder desde cualquier dispositivo digital.
La idea es ofrecer flexibilidad, conexión y seguridad tanto a los usuarios como a las empresas. Se trata de un DaaS (Desktop as a service) similar al Azure Virtual Desktop (AVD) pero simplificado para el usuario. De esta manera Microsoft apunta a un mercado más amplio que incluye pequeñas empresas de todo tipo y particulares. Al facilitar el proceso y hacerlo más inclusivo, al mismo tiempo presenta ciertas limitaciones para aquellas empresas o usuarios que necesitan realizar procesos más complejos.
La idea ya no es ofrecer un servicio determinado a través de la nube, sino ofrecer una computadora virtual personal a la que se puede acceder desde cualquier lugar con una conexión a internet y a través de cualquier dispositivo, sea una PC, un iPad, Android o Mac.
Si el usuario se encuentra en un bar con su smartphone desarrollando una idea en el Cloud PC, podrá continuar desde la PC de su casa un rato más tarde sin necesidad de ninguna transición, simplemente como si hubiera dejado la computadora prendida. Una alternativa superadora a la complejidad y los costos de contratar servicios en la nube, para aquellos cuya actividad se limita a lo que puedan hacer con el mouse o el teclado.
Con Windows 365 Cloud PC, si una empresa contrata un nuevo empleado ya no tiene necesidad de comprar una nueva computadora, simplemente puede contratar una PC virtual.
Microsoft hace hincapié en que el diseño y la implementación de Windows 365 se nutre de los principios de Confianza Cero, que ponen como prioridad la seguridad a la hora de archivar información en la nube. Las amenazas a la ciberseguridad son cada vez mayores y por eso es un tema central en el diseño de Windows 365.
Esta nueva herramienta se propone como una ayuda para planificar y colaborar mediante acceso inmediato a todas las aplicaciones, herramientas, datos y ajustes, tanto hacia y desde la nube como hacia los demás dispositivos conectados. Además ofrece poder de procesamiento y archivo con la posibilidad de escalar según las necesidades del proyecto o de la empresa.
Puede ser utilizado por todos los dispositivos que trabajen con Windows 10 u 11, Mac OS, IOS y Android. El dispositivo debe incluir HTML5 y una conexión potente de internet capaz de transmitir video. Se presentan dos opciones, una para negocios, que incluye hasta 300 usuarios, y otra para empresas (más de 300 usuarios).
Las PCs individuales pueden ser configuradas con un CPU de 2GB de RAM y 64 GB de almacenamiento de mínimo, hasta ocho CPUs, con 32 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento. Windows 365 ofrece 12 diferentes configuraciones tanto para Negocios como para Empresas, con posibilidad de escalar el poder de procesamiento.
Microsoft anunció que busca lograr que en un futuro próximo Windows 365 pueda trabajar sin conexión. De esta manera, si se cae internet no se pierde el trabajo realizado hasta el momento.
A diferencia de AVD, la contratación de Windows 365 es a través de una suscripción mensual fija que presenta varios rangos según cada necesidad.