La invasión del ejército ruso a Ucrania es una tragedia para el pueblo ucraniano y causará también problemas en el resto del mundo. El aumento del precio de los hidrocarburos y los granos como consecuencia de la guerra, impulsa la inflación que ya venía acelerándose desde 2021 y golpeará aún más a miles de millones de personas. Cada día más de guerra miles de millones de personas serán un poco más pobres. Y la economía global se resentirá.
Además, esta demencial agresión será el comienzo de importantes cambios. La mayoría de ellos serán negativos, pero al menos podemos anotar un cambio positivo que es la cohesión entre las democracias de Europa y América del Norte, junto a Japón y Australia, y la intención de buscar una solución pacífica a la invasión.
En lo que se refiere a las tecnologías digitales el primer cambio notable es que las gigantes tecnológicas esta vez se pusieron del lado de los “buenos”.
Tras un año en el que estas empresas sufrieron ataques de todo tipo -debido a diversas conductas reprochables-, desde multas en varios países europeos hasta investigaciones en el Congreso estadounidense, pasando por denuncias de exempleados, la invasión les dio una excelente oportunidad de redimirse. Y la aprovecharon sin dilación.
Al segundo día de guerra Meta y Google anunciaron que tomaban medidas para evitar las campañas de desinformación provenientes de Rusia y al mismo tiempo restringir datos sensibles para la seguridad de los ucranianos.
Meta y Tiktok cortaron el servicio informativo de Rusia Today. Google y Twitter suspendieron la publicidad en Rusia y en Ucrania y Twitter bloqueó algunas cuentas relacionadas con agencias estatales rusas. Apple suspendió el servicio de Apple Pay y luego anunció el cese de actividades en Rusia.
El mismo viceprimer ministro ucraniano, Mijail Fedorov, pidió por Twitter ayuda a Silicon Valley y también le solicitó a Ellon Musk que habilite su servicio satelital Starlink para mantener el servicio de internet en el país. Musk accedió pero luego advirtió a los ucranianos que son altas las probabilidades de que los satélites sean blanco del ejército ruso. Fedorov también solicitó voluntarios para combatir al ejército de propaganda y desinformación ruso en internet. Se ofrecieron más de 175.000 voluntarios.
Pasados diez días de guerra pareciera que internet está funcionando con bastante normalidad tanto en Rusia como en Ucrania, sin embargo el gobierno de Putin cortó el servicio de Facebook y
restringe Twitter.
El presidente Zelensky y funcionarios del gobierno ucraniano usan preferentemente Telegram para comunicarse. Tiktok ha sido la aplicación más usada para difundir y recibir noticias sobre la invasión. La posibilidad de hacer videos cortos y subirlos rápidamente le da una clara ventaja por sobre las demás aplicaciones. Sin embargo se calcula que se están subiendo 5 millones de videos por hora, lo que hace prácticamente imposible la verificación y el control de informaciones falsas.
Moscú emitió una ley por la cual cualquier persona o periodista que suba informaciones “falsas” sobre la guerra en Rusia puede ser condenado hasta a 15 años de prisión. Por supuesto los pocos medios de noticias independientes que aun quedaban han sido suspendidos. Más de 5.000 personas han sido detenidas en Rusia por protestar contra la guerra.
Apple, IBM, Microsoft, Samsung, Intel y otras empresas tecnológicas suspendieron ventas en Rusia. Varias de estas empresas tienen operaciones en ese país y por ahora sus empleados no podrán cobrar el sueldo debido a las sanciones.
Visa, Mastercard y Paypal también suspendieron operaciones, lo que sumado a la suspensión de Apple Pay, representa serios inconvenientes a millones de ciudadanos rusos. Por descontado, todo lo que es alta tecnología quedará rezagado en Rusia, lo que no parece importarle mucho a Putin mientras pueda seguir exportando petróleo y gas y cobrándolo cada día más caro.
Por su parte Airbnb ha sido la empresa más creativa de todas y ha creado una forma de donar dinero a Ucrania. Lo único que hay que hacer es hacer una reserva en una propiedad en Ucrania y enviar el dinero. No importa que la reserva no se vaya a hacer efectiva. Airbnb ni siquiera cobra la comisión. Todo ese dinero irá para los ucranianos. En sólo dos días se donaron 2 millones de dólares.
El gobierno ucraniano ha solicitado en un tweet donaciones en criptomonedas a través de Bitcoin, Ethereum y USDT. Han recibido ya más de 13 millones de dólares, aunque en este caso no es fácil convertirlas en dinero concreto. Según Dune Analytics Ucrania ya ha recibido unos US$ 40 millones en donaciones de criptomonedas.
Un reciente censo del gobierno de Estados Unidos indica que en el área metropolitana de San Francisco y San José, en Silicon Valley, trabajan unos 25.000 empleados de empresas tecnológicas entre rusos y ucranianos.
Las tecnológicas chinas se encuentran ante un dilema. Debido a su interdependencia con empresas occidentales y sus negocios en el resto del mundo debieran plegarse a las sanciones impuestas contra Rusia, pero por otra parte el gobierno chino se niega a condenar la invasión y en ese país las grandes empresas no pueden oponerse a las políticas del gobierno del Partido Comunista sin riesgo a ser sancionadas. Pero por otra parte si no se pliegan a las sanciones sufrirán las consecuencias en Estados Unidos y Europa. Según Paul Haswell, abogado residente en Hong Kong, las multas podrían llegar a ser de miles de millones de dólares. Y los CEOs de las filiales podrían ser condenados a prisión.
Por ahora pareciera que las medidas más efectivas contra Rusia han sido el bloqueo a las reservas en monedas extranjeras del Banco Central Ruso y la desconexión de los bancos estatales rusos al sistema de mensajería instantánea financiera, conocido como SWIFT. Pero aunque todas las medidas tomadas hasta ahora han servido para aislar a Rusia, ninguna ha servido para detener el avance de sus tanques.
Está claro que en la guerra virtual Rusia está siendo derrotada. Sin embargo, en la guerra real, donde mueren las personas de carne y hueso y se destruye la infraestructura de un país, quedan pocas dudas de que el ejército de Putin vencerá a pesar de la valiente resistencia del pueblo ucraniano.