Todo negocio requiere información e ideas para encontrar el camino hacia el éxito en los objetivos, ya sea desde las decisiones ejecutivas hasta las campañas de marketing. En los últimos años asistimos a un gran crecimiento en lo que respecta a la acumulación de datos especialmente referidos a los consumidores. Estos datos ayudan a las empresas a tomar mejores decisiones, pero el crecimiento de datos ha sido tal que en muchos casos supera la capacidad de ser útiles. Por eso se hace necesario un eficaz análisis de los datos. Y eso es lo que proporciona la inteligencia artificial.
Los últimos avances en aprendizaje automático y aprendizaje profundo están determinando que la conjunción entre Big Data analyts e inteligencia artificial constituyan un campo fundamental e imprescindible para crecer. Esto se está viendo ya en sectores como la salud, servicios financieros, energía, cadena de suministros, manufacturas, etc.
En términos de marketing, el Big Data puede ser utilizado con el propósito de capturar las preferencias, tendencias y comportamiento de los clientes, gracias a los avances recientes en algoritmos de inteligencia artificial. A medida que acumulamos más información, más eficientes se vuelven los algoritmos y más y mejor información pueden atraer. Es decir, el Big Data y la inteligencia artificial se retroalimentan mutuamente.
Los nuevos métodos de análisis de datos, con aprendizaje automático disminuyen la necesidad de esfuerzos manuales y permiten lograr mayor eficiencia en el reconocimiento y utilización de los datos obtenidos. Esto no significa que no sea necesaria la participación humana, sino que ésta es más acotada y eficiente.
Combinando Big Data e IA se puede acceder a información que lleva a generar nuevas ideas para crecer más rápidamente, porque la combinación permite identificar patrones y tendencias de forma veloz y acertada. La IA se encarga de escanear y limpiar la información no trascendente y al mismo tiempo alerta sobre los ítems que requieren una mayor atención.
Los análisis derivados de la IA ayudan también a determinar las ineficiencias más rápidamente y a diseñar mejores procesos que disminuyan costos y aumenten beneficios.
La automatización permite reconsiderar estrategias y realizar los cambios necesario sobre la marcha, especialmente en lo que se refiere a los planes de marketing.
La recolección de datos y su análisis, siempre será de gran utilidad. Aunque actualmente es utilizada especialmente por las grandes empresas, puede ser de gran utilidad también para medianas y pequeñas empresas. Especialmente en lo que se refiere a marketing, esta conjunción permite definir campañas para mejorar la experiencia del cliente. Los algoritmos son cada vez más aptos para generar contenidos basados en los datos obtenidos. Proveen una visión más completa de los clientes, con más y mejor información en cuanto a qué productos ofrecer, y cuándo ofrecerlos, así como a qué precios ofrecerlos. Además, ayudan a identificar riesgos y las maneras de evitarlos. En suma, ayudan a optimizar y personalizar las campañas de marketing.
Uno de los mayores retos que enfrentan las empresas en lo que se refiere a marketing es cuál debe ser la escala de sus negocios y cómo lograr la verdadera estrategia para que el mensaje le llegue más fielmente a sus consumidores. Sin esta comprensión muchas empresas dan palos de ciego y pierden tiempo y capital en publicidad que no llega a quienes debe llegar.
Los datos de cada empresa son exclusivos de su modelo y proceso de negocio. Importando estos datos y analizándolos con IA dará a los departamentos de marketing la posibilidad de seleccionar campañas personalizadas que ofrecen un gancho o ángulo específico para un avatar de cliente en particular.
Poseer un robusto sistema para el análisis de conductas del consumidor a través de la conjunción de Big Data con IA es uno de los más efectivos modos de reducir costos e incrementar beneficios.
Los datos incluyen desde COGs (los costos relativos a la fabricación del producto), costos fijos, costos variables, ciclos de venta, valor promedio de pedido, valor de vida total, tasas de abandono, ventanas de atribución, CTR (el número de clics que obtiene un enlace respecto a su número de impresiones), tasas de visualización, tasas de participación, etc.
Es necesario aplicar cada una de estas métricas a cada producto, servicio y campaña, para comprender completamente no sólo los puntos de equilibrio sino también los criterios de escala. Una vez que estos puntos han sido establecidos se puede automatizar el proceso de crecimiento y la proyección para la temporada. Para lograr mejores resultados es importante tener definido un objetivo, para así aplicar la inteligencia artificial sobre los datos obtenidos hacia el logro de ese objetivo.
La conjunción de big data e inteligencia artificial representa una herramienta en constante crecimiento que se consolidará aun más con el internet de las cosas. En los países desarrollados se calcula que en 2025, una persona promedio estará interactuando con dispositivos conectados una vez cada 18 segundos, esto es 4.800 veces por día. Esto representa una cantidad inmensa de datos que pueden ser recolectados y analizados.
Las empresas que sepan aprovechar esta oportunidad sacarán gran ventaja a las competidoras que se queden en el camino. Pero incorporar esta nueva tecnología a una empresa no será posible de la noche a la mañana. Será necesario incorporar personal capacitado y estar actualizado en lo que respecta a transformación digital.
Puede parecer abrumador y complejo, pero tomando ventaja de esta tendencia que está en nacimiento, les permitirá a las empresas picar en punta una vez que la conjunción de big data e inteligencia artificial se convierta en norma, lo que podría ocurrir en tan sólo cinco años.