En los últimos años, la inteligencia artificial —especialmente la IA generativa— explotó en adopción. Las empresas la incorporaron en contenido, soporte, marketing, ventas y automatización.
Pero los últimos datos muestran algo clave: la velocidad de adopción ya no crece de manera explosiva. ¿Significa eso que la IA tocó un techo?
En chattigo creemos que no. Lo que está ocurriendo es que la IA está entrando en su etapa más importante: la de madurez real y valor para el negocio.
Entre 2022 y 2024, las compañías incorporaron los casos de uso más inmediatos:
generación de contenido
automatización de mensajes
asistentes de programación
análisis rápido de datos
chatbots básicos
Era la “fase de lo simple”: rápida, económica y de bajo riesgo.
Ahora la IA avanza hacia procesos más profundos:
flujos conversacionales conectados a datos reales
automatización omnicanal
agentes inteligentes supervisados
integración con CRMs, ERPs y sistemas propios
decisiones en tiempo real basadas en señales del negocio
Aquí es donde plataformas como chattigo marcan la diferencia: conectan IA, canales y datos reales del negocio para obtener resultados medibles.
La euforia inicial dejó de lado temas como:
alucinaciones de modelos
privacidad y manejo de datos
cumplimiento regulatorio
sesgos
necesidad de supervisión humana
Hoy las empresas ya conocen estos límites, y eso impulsa una adopción más inteligente.
En chattigo lo vemos día a día: las marcas buscan IA segura, conectada y sustentada en datos, no solo herramientas sueltas.
Con inflación, incertidumbre y presupuestos ajustados, las empresas priorizan:
automatizar tareas costosas
mejorar la atención con menos recursos
optimizar campañas
reducir tiempos de resolución
La IA sigue siendo clave, pero ahora debe demostrar ROI. Y ese ROI solo ocurre cuando la IA se conecta a los datos del negocio. Por eso chattigo integra IA + WhatsApp Business + automatización + analítica en un solo lugar.
En 2023 todos probaban 20 herramientas distintas.
En 2026, las empresas se quedarán con las que realmente integran en su operación.
Esto no es un freno: es una señal de que la IA dejó de ser novedad y empezó a ser infraestructura.
Lo que vemos no es un límite, sino una transición:
la investigación en IA multimodal avanza
la automatización conversacional se vuelve más inteligente
crece el uso de agentes autónomos en servicio y ventas
sectores como salud, educación, retail y financiero recién están comenzando
los gobiernos avanzan en regulación y estándares
La euforia baja, pero la transformación profunda se acelera.
La IA no se frenó: está entrando en su fase más estratégica, la que verdaderamente transforma negocios.
2026 será el año donde:
la IA se conecta a datos reales
se integra en procesos críticos
se vuelve medible, segura y escalable
las empresas trabajarán con plataformas que integran IA e interacción con clientes
Ahí es donde chattigo cobra relevancia. No se trata de usar IA “porque sí”, sino de usar IA que impulsa resultados reales.
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