LaMDA (Languaje Model for Dialogue Aplications, en español Modelo de Lenguaje para Aplicaciones de Diálogo) es la más nueva inteligencia artificial desarrollada por Google.
Recientemente pasó a ser noticia gracias a que Blake Lemoin, el ingeniero designado para hacer una evaluación del nuevo sistema, llegó a la conclusión de que LaMDA tiene conciencia. ¿Qué quiere decir que tiene conciencia? Que es una especie de humano. Suena extraño, sí. Muchas cosas son difíciles de comprender cuando la tecnología pasa cierto punto que ya sobrepasó hace tiempo.
Lemoin mantuvo horas de diálogo con LaMDA e incluso pidió la colaboración de otro ingeniero que también tuvo un extenso diálogo con la inteligencia artificial.
Las respuestas de LaMDA son sorprendentes. Sus conocimientos, inteligencia y capacidad dialéctica supera sin dudas a la de la mayoría de los seres humanos, lo que no es de extrañar ya que está alimentada con cientos de millones de parámetros. Pero para la mayoría de los ingenieros en inteligencia artificial Lemoin está confundiendo un sistema de lenguaje artificial muy desarrollado con algo hasta ahora imposible de lograr: que una computadora tenga conciencia. Quizás a Lemoin lo traiciona su fuerte tendencia mística.
Además de ser ingeniero en computación, Lemoin es un ferviente militante cristiano. En todo caso, sobrepasó los límites permitidos por la empresa al asegurar que LaMDA tiene conciencia y fue despedido.
Pero más allá de que LaMDA tenga o no conciencia, es un modelo de lenguaje artificial
que supera ampliamente todo lo conocido hasta ahora. La realidad es que los chatbots
actuales presentan un montón de limitaciones. Por toda la información que ha circulado recientemente al respecto, pareciera que LaMDA está en otro nivel y cuando sea definitivamente lanzado al mercado probablemente represente un cambio fundamental en la forma en que interactuamos con los dispositivos digitales.
Imaginemos conversaciones sobre películas, música, libros, donde recibamos comentarios y recomendaciones realmente interesantes e instructivas. Según Lemoin, eso es lo que se está desarrollando actualmente. “ Hay aspectos de LaMDA que están optimizados para recomendar videos, otras para recomendaciones musicales, incluso hay una versión del sistema en la que le dieron visión artificial y puedes mostrarle imágenes de lugares que te gustan y LaMDA podrá recomendarte destinos para tus vacaciones”, le dice Lemoin a Alex Kantrowitz, responsable del blog Big Technology. LaMDa también puede conectarse a varias APIs, lo que le permite estar al tanto de lo que está sucediendo alrededor.
Gaurav Nemade, el ingeniero responsable por el desarrollo de LaMDA en sus comienzos, quien renunció a Google el pasado mes de enero, sostiene que esta nueva tecnología presenta un montón de posibilidades. Por ejemplo, en educación. “imaginemos LaMDA dando una clase de física. Podría leer todo lo escrito por Isaac Newton, encarnar al científico y dar la clase. Los estudiantes podrían conversar con Newton, preguntarle sobre sus tres leyes y sus creencias. Conversar como amigos”. Según Nemade, LaMDA es incluso capaz de hacer ciertos chistes.
Cuando sean lanzados al mercado estos sistemas tal vez no sean lo que actualmente conocemos como chatbots, sino avatares con imagen, voz y personalidad. “El futuro que me imagino –dice Nemade- no va a ser texto, ni voz, sino algo multimodal. Algo donde tendremos video más audio más un bot conversacional como LaMDA. Creo que veremos algo así dentro de unos tres años”.
Nuestra relación con las computadoras actualmente se realiza a través de interfaces construidas por los ingenieros para interactuar con las máquinas. Cliqueamos y consultamos y nos hemos acostumbrado a esta forma poco natural de comunicación. Pero desarrollos como el LaMDA disminuyen la brecha entre máquinas y humanos en lo que se refiere a conversación. Y pueden producir nuevas formas de comunicarnos.
Según Kantrowitz “la tecnología de LaMDA representa un gran salto adelante. Tiene serios defectos, y es por eso que todavía no ha sido lanzado al mercado, pero cuando LaMDA esté entre nosotros, podría cambiar la manera en que nos relacionamos con los dispositivos digitales”.
Lo que Kantrowitz califica como defectos, para otros son riesgos. Alan Turing, el genio matemático inglés considerado como el “padre” de la computación, dijo que:
“Una computadora puede ser llamada “inteligente” si es capaz de hacerle creer a un humano que ella es humana”.
Esto es lo que pasó con Blake Lemoin. LaMDa no engañó a un niño ni a un iletrado, sino a un ingeniero empleado por Google. Por tanto pareciera que ahora la pregunta no es si las computadoras serán inteligentes sino en cuánto tiempo más las inteligencias artificiales superarán a las inteligencias humanas.
Científicos que se dedican a estudiar los riesgos que plantea la inteligencia artificial (en el Instituto del Futuro de la Humanidad en Oxford y en el Centro para el Estudio de Riesgo Existencial de Cambridge) han manifestado su preocupación por el riesgo que implica la inteligencia artificial fuera de control para la humanidad. Toby Ord, de Oxford, estima que ya hay un 10% de posibilidades de que la inteligencia artificial provoque la extinción de la humanidad. Para Ord poco importa si la IA es consciente o no, el problema es que es cada vez más competente.
En los últimos cinco años, el aprendizaje profundo ha creado sistemas de IA que pueden escribir ensayos y programas informáticos, crear fotos que parecen reales, ganar a humanos en videojuegos, ajedrez y hasta en el go (el juego más complejo inventado por humanos). Este rápido progreso ha hecho que muchos se pregunten: ¿cuánto tiempo pasará hasta que sean mejores que nosotros en cualquier actividad? Geoff Hinton, quien está considerado como el “padre” del aprendizaje automático, ya nos ha alertado: “no hay registro en la historia de una inteligencia menor controlando a una inteligencia mayor”.