La “realidad extendida” es una categoría que envuelve realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR), en la cual imágenes generadas por la computadora se sobre imponen sobre la visión del mundo real del usuario. Para acceder a esta tecnología es necesario usar “headsets”, palabra que en español se traduce como auriculares pero que en realidad son anteojos que incluyen auriculares.
En el caso de la realidad virtual, donde las imágenes son totalmente simuladas, estos anteojos son bastante aparatosos, mientras que en el caso de la realidad aumentada, donde se superponen imágenes digitales sobre la realidad, se asemejan más a gafas comunes. Y tanto en Meta como en Google, Microsoft y Apple están convencidos de que estos “headsets” son el próximo gran paso en lo
que respecta a dispositivos digitales.
Meta ha vendido unos 10 millones de Quest 2 –las gafas creadas por Oculus para realidad virtual- desde comienzos de 2021. Y anuncia que para este año estará en el mercado el Cambria, unas gafas más evolucionadas y menos aparatosas.
Microsoft ha desarrollado el HoloLens2, pensado exclusivamente para ser utilizado en el mundo de los negocios, que se vende a un precio de 3.500 dólares en Estados Unidos, pero no está disponible para todo público todavía. El Ejército de Estados Unidos ha adquirido 120.000 de los más de 500.000 HoloLens2 vendidos hasta la fecha. Microsoft ha anunciado el HoloLens3, que se vendería directamente al público, sin embargo a mediados de 2021 se anunció que el proyecto estaba suspendido. Se espera que para 2023 Apple lance sus primeras gafas para realidad aumentada. Y Google está desarrollando su proyecto de gafas Iris, aunque no ha dado a conocer ninguna información al respecto. ByteDance -la
empresa china propietaria de TikTok- y Sony son algunas de las grandes empresas que también están desarrollando sus propias gafas de realidad extendida.
Las gigantes tecnológicas van por dos grandes mercados. Uno es el dispositivo.
16 millones de gafas digitales saldrán al mercado este año según idc.com. La firma -especializada en comercio global- sostiene que en una década más habrá tantas gafas digitales como smartphones. Pero lo que realmente proyectan las gigantes tecnológicas es que los “headsets” sustituirán a los smartphones, como medio para acceder a las plataformas digitales. Para Meta, que no vende smartphones ni sistemas operativos, este es un objetivo primordial. Al metaverso se accederá a través de estas gafas y sus aplicaciones ya no tendrán que depender de Apple o Google para el acceso.
Según Satya Nadella, CEO de Microsoft, la realidad extendida será una de las tres
tecnologías más influyentes en el futuro próximo, junto a la inteligencia artificial y
la computación cuántica.
Sundar Pachai, de Google, asegura que en realidad aumentada será donde prioritariamente invertirá Google. El 90% de las gafas digitales que se venden actualmente en Estados Unidos son de realidad virtual. El 80% de ese mercado lo tiene Oculus. El 20% restante lo cubren principalmente la taiwanesa HTC y Valve, una empresa de videojuegos. En China, donde Meta no puede entrar, las gafas de ByteDance, propietaria deTikTok, lideran el mercado.
Mientras Meta avanza en realidad virtual, otros están experimentando con realidad
aumentada, más relacionada con el mundo real pero al mismo tiempo más complicada de realizar. Snapchat, una de las aplicaciones más usadas en América del Norte, tiene filtros de realidad aumentada para smartphones, que permiten al usuario probarse ropa y cosméticos con ayuda de la cámara. Y acaba de lanzar un filtro para aprender lenguaje de signos que indica al usuario cuando lo está haciendo bien. Spectacles es la marca de gafas para realidad aumentada de Snap. Las Spectacles3 salieron al mercado en 2021. Son lentes de sol con cámaras, micrófonos y altavoces, con una independencia de 30 minutos.
Actualmente las gafas para realidad aumentada representan un pequeño mercado con respecto a las gafas de realidad virtual. Sin embargo, debido a su utilidad para los negocios se cree que la realidad aumentada se impondrá sobre la realidad virtual a medida que mejora la tecnología y bajan los precios. A pesar de que Meta promociona sus gafas para conciertos virtuales y reuniones de oficina, la gran mayoría de los que tienen las gafas de Oculus las usan para videojuegos. Tim Cook, CEO de Apple ha criticado la tendencia de la realidad virtual a aislar al usuario de la realidad “real”. Para Cook la realidad aumentada tiene mucho más sentido. Pero Meta también apuesta a la realidad aumentada. El año pasado, salieron al mercado los rayban inteligentes, creados conjuntamente por Meta y Rayban. Son anteojos de sol con cámara, micrófono y auriculares, que permiten tomar fotos, grabar videos, escuchar música y hablar por teléfono y representan el primer paso hacia las gafas de realidad aumentada. Ahora Apple está empezando a desarrollar sus propias gafas de realidad aumentada, por ahora pensadas especialmente para diseñadores y otros profesionales. No se sabe cuándo estarán disponibles para el mercado, pero tras la reciente reunión entre Tim Cook y el presidente chino Xi Jinping en diciembre pasado, donde firmaron acuerdos por 275.000 millones de dólares, no sería de extrañar que cuando salgan al mercado salgan también en China, el principal mercado mundial, algo que sin dudas haría estallar de ira a Zukerberg.
La gran interrogantes es si las gafas digitales irán más allá de los videojuegos y las aplicaciones profesionales, para pasar de ser un accesorio a un dispositivo primordial. Si serán algo así como el smartwach o algo más similar al smartphone.
Hay distintas opiniones en el mundo de la alta tecnología. En todo caso, para que las gafas digitales puedan llegar a ser uno de los dispositivos más requeridos en el mercado aún faltan al menos cinco años, según la creencia generalizada.