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Playbook de productividad para agentes en atención omnicanal

Escrito por chattigo | Oct 10, 2025 1:44:59 PM

La productividad de un equipo de atención no se explica solo por “gente rápida” o “mejores herramientas”. 

Se construye con estandarización del trabajo diario: la misma forma de ver, priorizar y resolver. En un entorno omnicanal (WhatsApp, Instagram, Messenger, Email y Webchat), esa estandarización multiplica el efecto porque reduce cambios de contexto, mejora la calidad de los datos y permite que el conocimiento se comparta sin fricción. 

El resultado se ve en métricas duras: FCR (resolución en el primer contacto) más alto y TMO/AHT (tiempo medio de operación) más bajo —sin sacrificar la experiencia.

Este playbook reúne prácticas accionables para elevar la productividad de tus agentes: desde el setup del puesto (vistas, atajos y notificaciones útiles) hasta el uso de macros y base de conocimiento, la gestión de colas y prioridades, la comunicación interna que permite handoff impecable, las rutinas de calidad y coaching, la lectura de KPIs individuales y dinámicas de gamificación y bienestar que sostienen el rendimiento a lo largo del tiempo.

Setup del puesto e interfaz

La productividad empieza por lo que el agente ve y toca cada minuto.

  • Vistas esenciales: una vista de “Mi cola” (con filtros por prioridad/idioma), una de “Pendientes con respuesta del cliente” y una de “A punto de vencer SLA”. Evita tener diez vistas abiertas: tres bien configuradas valen más que una docena que nadie revisa.

  • Diseño de pantalla: panel central con el hilo; lateral derecho para perfil del cliente (identidad unificada, pedidos/tickets, notas); panel inferior para macros y snippets. Si hay dos monitores, reserva uno para base de conocimiento y dashboards ligeros.

  • Atajos y comandos: dominar los shortcuts ahorra segundos por interacción (buscar conversación, insertar snippet, etiquetar, cambiar estado, adjuntar). Documenta un “Top 10 de atajos” por herramienta.

  • Notificaciones útiles: suprime “ruido” (p. ej., avisos duplicados de lectura) y conserva alertas de nuevas asignaciones, respuestas del cliente y SLA en riesgo.

  • Ergonomía digital: fuente legible, modo oscuro si ayuda, y zoom que evite fatiga. Define reglas de “modo enfoque” para bloques de trabajo sin interrupciones (silenciar canales no críticos por 25–40 min).

Checklist de setup rápido:

  1. Tres vistas guardadas con filtros de prioridad.

  2. Panel de cliente siempre visible.

  3. Atajos impresos/pegados junto al monitor.

  4. Notificaciones afinadas y modo enfoque configurado.

  5. Sondeos de SLA visibles en tiempo real.

Macros, plantillas y snippets

Las macros estandarizan la excelencia: misma respuesta, misma estructura, mismos pasos.

  • Cuándo usarlas: FAQs, pasos repetitivos (reenvío de comprobantes, instrucciones de verificación, diagnósticos), cierres y confirmaciones.

  • Estructura recomendada:

    • Apertura personalizada (),

    • Resumen del motivo en una línea (para confirmar entendimiento),

    • Pasos numerados y breves,

    • CTA único (qué debe hacer el cliente),

    • Cierre con expectativas (tiempo, siguiente actualización).

  • Variables y validaciones: usa placeholders (, , ) y revisa que no queden vacíos. Las macros deben forzar al agente a completar variables críticas antes de enviar.

  • Versionado: convención de nombres DOMINIO_MOTIVO_IDIOMA_vX (ej.: LOGISTICA_DIRECCION_ES_v3). Cualquier cambio genera versión nueva y deja rastro (quién, cuándo, por qué).

  • Medición: cada macro debe tener una “tarjeta” con KPIs: uso, TMO asociado, FCR y CSAT. Si una macro cae en rendimiento o sube recontacto, se reescribe o se retira.

  • Snippets: frases cortas reutilizables (saludos, disclaimers legales, instrucciones de adjunto). Úsalos dentro de macros para mantener consistencia.

Buenas prácticas:

  • Minimiza opciones: un CTA fuerte resuelve más que tres tibios.

  • Evita párrafos largos; usa listas.

  • Localiza por país/idioma (fechas, moneda, términos).

  • Vincula la macro a un artículo de conocimiento por si el caso deriva.

Base de conocimiento viva

La base de conocimiento (BK) es la “memoria” del equipo. Debe ser rápida, precisa y actualizada.

  • Búsqueda primero: promueve el hábito de teclear tres palabras clave antes de preguntar en chat interno. Menos interrupciones, más autonomía.

  • Estructura de artículos: propósito en una línea; precondiciones; pasos numerados; captura de pantalla o ejemplo; errores comunes y cómo resolverlos; tiempo estimado; enlaces a macros.

  • Propietarios por dominio: logística, facturación, onboarding, soporte técnico. Cada artículo tiene dueño y fecha de próxima revisión.

  • Feedback de agentes: botón “Esto no me sirvió/está desactualizado”. Los comentarios alimentan un backlog de mejoras priorizado semanalmente.

  • Indicadores de salud: ratio de uso por artículo, tasa de recontacto después de aplicar el artículo, tiempo promedio de resolución con ese contenido.

Ciclo de vida sugerido:

  1. Propuesta (por agente/supervisor),

  2. Borrador con QA,

  3. Publicación con versión y fecha,

  4. Revisión trimestral o antes si métricas lo exigen.

Gestión de colas y prioridades

La gestión del flujo de trabajo define cuánto rinde una hora de agente.

  • Lotes vs flujo continuo: para motivos simples (L1), lotes de 10–15 casos similares reducen cambios de contexto. Para motivos complejos o VIP, flujo continuo con focus de 25–40 min.

  • Regla de los 2 minutos: si una respuesta se resuelve en menos de 2 min, hazla ahora; evita acumular micro-tareas que fragmentan la atención.

  • Agrupación inteligente: usa filtros (motivo, idioma, país) y toma casos similares seguidos. Macros y KB trabajan mejor en “modo serie”.

  • SLA y prioridades: revisa la vista de “SLA en riesgo” al inicio de cada bloque. Si una conversación sube a ámbar/rojo, atiéndela primero.

  • Pausas productivas: bloquea 5–7 min cada hora para registrar casos, limpiar pendientes y actualizar notas. Pausas cortas evitan “bola de nieve” de trabajos inconclusos.

Evita:

  • Saltar de cola a cola sin criterio.

  • Abrir muchos hilos en paralelo que superen tu ancho de banda.

  • Dejar casos “a medias” sin nota interna ni próximo paso.

Comunicación interna y notas

La colaboración se gana con contexto y claridad.

  • Handoff perfecto: al derivar, incluye resumen TL;DR de 2–3 líneas (motivo, lo ya hecho, lo que falta), etiquetas correctas, adjuntos y expectativas al cliente (“te atiende el equipo X en ~Y min”).

  • Menciones y canales: usa @menciones a especialistas o supervisores para desbloquear cuellos; evita mensajes sueltos en chats ajenos al caso.

  • Bitácora de caso: cada acción relevante deja nota: consulta al ERP, validación, decisión tomada. Formato sugerido: [Acción] – [Sistema/Prueba] – [Resultado] – [Siguiente paso] – [Responsable].

  • Privacidad: las notas internas no llevan PII innecesaria. Si debes registrar datos sensibles, sigue la política de mascarado.

  • Cierre redondo: al cerrar, deja una nota con la solución aplicada y la macro/artículo usados. Eso alimenta analítica y entrenamiento posterior.

Calidad y coaching

La calidad no es un “departamento”, es un sistema que ayuda a hacer bien el trabajo.

  • Scorecards claras: 5–7 criterios máximos (entendimiento, claridad, cumplimiento de procedimiento, tono, tiempos, documentación, resultado). Define ejemplos de “cumple/no cumple” para cada criterio.

  • Monitoreo silencioso y calibraciones: los supervisores escuchan/miran muestras, luego calibran criterios en equipo para evitar sesgos.

  • Whisper/barge: en conversaciones críticas, el supervisor puede susurrar (sugerencias al agente sin que el cliente vea) o sumarse si hay riesgo.

  • Micro-coachings: 10–15 min, 1 foco a la vez (p. ej., acortar introducciones largas o mejorar el TL;DR de handoff).

  • Del hallazgo a la mejora: cada defecto recurrente debe traducirse en: nueva macro, ajuste de artículo, cambio de flujo o entrenamiento. Cerrar el loop evita repetir errores.

Rutina semanal recomendada:

  • 3 revisiones por agente (muestra representativa),

  • 1 micro-coaching individual,

  • 1 calibration rápida por equipo.

KPIs individuales

Entender qué mira cada métrica evita “jugarle” al sistema y promueve mejoras reales.

  • FRT personal: mide tu velocidad de primera respuesta humana. Palancas: vistas por SLA, atajos y macros.

  • TMO/AHT: tiempo promedio por conversación. Palancas: captura con macro, menos rebotes, cierre con checklist.

  • FCR: porcentaje de casos que cierras sin reabrir ni escalar. Palancas: base de conocimiento correcta, permisos adecuados, ruteo al skill correcto.

  • CSAT: satisfacción post-resolución. Palancas: claridad, empatía breve (sin discursos), setting de expectativas.

  • Adherence: tiempo conectado/productivo vs plan. Palancas: puntualidad de inicio, pausas planificadas, transiciones sin “huecos”.

Cómo leerlos:

  • Compárate contigo mismo (tendencia semanal) y con tu skill (no con otra cola distinta).

  • Si sube FCR pero también TMO, revisa si resolviste casos más complejos o si falta una macro que acorte pasos.

  • Si cae CSAT con FRT bueno, quizá el contenido no resuelve (actualiza KB/macro).

Gamificación y bienestar

La productividad sostenible no es una carrera de sprint continuo. Se logra con hábitos saludables y motivación intrínseca.

  • Sprints y badges: reconoce logros específicos (FCR > X %, 0 re-encolados en semana, contribución a la BK, propuestas de mejora). Evita competir por volumen ciego; premia calidad + eficiencia.

  • Retos por equipo: una macro reescrita que baje TMO en 10 %, una página de KB mejorada con +20 % de uso.

  • Higiene de pausas: micro-estiramientos, hidratación, descansos breves cada 60–90 min. Un agente descansado piensa mejor y comete menos errores.

  • Regla de tres: al inicio del turno, define tres objetivos personales (p. ej., “mejorar mis TL;DR”, “aprender 2 atajos nuevos”, “reducir re-encolados”).

  • Prevención de burnout: rotación de motivos complejos, sesiones de descarga breve con supervisión, espacios para reconocimiento público.

Playbooks rápidos por situación

  • Pico inesperado: activa vista de SLA, responde con autoacuse macro, agrupa por motivo simple, deriva complejos; comunica internamente tiempos extendidos.

  • Caso trabado: pausa 2 min, busca artículo con tres keywords; si no existe, pide ayuda con TL;DR; propone nota para crear el artículo.

  • Handoff a otra cola: TL;DR, etiquetas correctas, adjuntos y macro de transición al cliente.

  • Cliente molesto: valida emoción en una línea, resume lo que harás, fija un siguiente hito y cúmplelo; evita promesas vagas.

Conclusión

La productividad en atención omnicanal es la suma de pequeñas buenas prácticas repetidas cientos de veces al día. Un setup claro, macros bien diseñadas, una base de conocimiento viva, gestión disciplinada de colas, comunicación interna con contexto, rutinas de calidad y lectura inteligente de KPIs hacen que el equipo atienda más y mejor. No se trata de apretar más rápido, sino de pensar mejor el flujo: menos cambios de contexto, más estandarización y un ciclo constante de mejora.

Activa el playbook de productividad de chattigo y mejora tus KPIs este mes.